sábado, 9 de marzo de 2013

Una sensación, distinta...

Esta mañana al salir de casa, estaba distante, frío y hasta podría decir que esquivo. Es cierto que desde que nació la niña, tal vez nuestra relación se haya distanciado. Algo me dice, que le está rondando por la cabeza la idea de serme infiel; pero lo que no te puedes ni imaginar es con quien lo vas a ser. 

Ayer, aunque sea un tanto estudiado por mi parte, te hice llegar por un mensajero un sobre, con el siguiente mensaje:  
 
Te espero en el local que hay al lado de tu despacho, no tardes, tengo ganas de ti.
 
Firmado
Tu gatita en celo
 
Sé que nunca te habrías imaginado que esa gatita, sería la que hace unos meses se desgarró para dar la vida a tu hija, y que esta noche, va a desgarrar tu ropa, como tiempo atrás lo solía hacer.
 
Te pregunté si volverías a casa a cenar, me dijiste, que estabas muy liado y que seguramente regresarías tarde. No voy a negar, que esa respuesta me hizo pensar y es por eso, que lo de esta noche, no lo podrás olvidar...
 
Se acercaba la hora, me arreglé como sabía que te gustaba, lencería negra, medias con ligero, falda de tubo, blusa blanca, collar de perlas, zapatos de tacón y un toque de ese perfume que me regalaste para el día de la madre. 
 
¡Estaba nerviosa, sí! Una sensación, distinta, se estaba apoderando de mí, sentía como si esa niña que creció entre tus brazos, para convertirse en una mujer; ahora estaba completamente asustada y sin saber que hacer.
 
Cuando abriste la puerta del local, y al verme, te quedaste pálido, confundido, extrañado por creer que sería otra mujer, y es que lo soy, amor; soy esa mujer que aun con el paso de los años, nunca jamás, te dejará de querer.
 
Así que por favor, sígueme el juego, déjame que una vez más te demuestre, porque hace tiempo nos convertimos, en lo que hoy somos, marido y mujer...
 
Escrito por:
Rubizul

viernes, 8 de marzo de 2013

Aullando en libertad.

Quien te iba a decir que esa rosa que compraste en las Ramblas, mientras que ibas de camino a tu trabajo, iba a ser la "protagonista", esta noche, de tu fantasía.

Pensabas que todo, se había quedado en un "asalto" má
s, la otra noche. Estabas convencido, que la aprendiz de loba, no volvería a salir de caza.

¿Pero todavía andas con pensamientos antiguos? ¡Por favor!, por más que quieras "controlarme", nunca lo conseguirás, nací libre, disfruté aullando, mientras que al compás de mis movimientos me iba entregando.

Y ahora... Estamos aquí, después de tu exhausta jornada laboral, frente a frente. Y esa rosa, que inocentemente compraste, va a ser quien acaricie mi cuerpo, porque hoy... No te voy a dejar que me acaricies, quiero que sufras, que ardas en deseo, que no aguantes más y entonces, saques a ese lobo, con el que podré aullar.

¡Siéntate!, no quiero que me toques, solamente quiero que observes; hoy será una rosa, la que me acariciará. ¿Sorprendido? ¿Molesto?, amor...Controla tus deseos, no quiero que sea una noche más... Quiero que por fin entiendas que soy libre, para decidir cuando y con quien aullar.
 
 
Escrito por:
Eva Mª Maisanava Trobo

lunes, 4 de marzo de 2013

¡Shhh!, calla.




Sé que es tarde, y estás cansado...

-¡Shhh!, no digas nada, te lo ruego, pero la noche se adentra y ardo en deseo.

 ¡No!, no me frenes... Deja que sea yo quien hoy desvele tu sueño, déjame confundirme en suspiro y acariciar tu cuerpo entero.

Permíteme que sea esta noche tu gatita en celo, prometo no arañar; más solo quiero dejar de ser fantasía, para ser tu realidad. Ni en tu mayor fantasía, te hubieras imaginado algo así jamás.

- ¡Shhh!, calla, deja que te arañe con mis labios, hasta no poder respirar...

No es un sueño, es una realidad, aquella... Que hace muchos años quisiste hacer realidad.

-¡Shhh!, amor calla. Soy tu amiga, tu amante, tu mujer y esa gatita que noche tras noche maullará, hasta hacerte enloquecer.

Descansa, amor, descansa... Deja que parezca un sueño, para poder hacer que mañana, sea realidad.
 


Escrito por.
Eva Mª Maisanava Trobo

domingo, 3 de marzo de 2013

Tumbada


De nuevo estaba tumbada, mirándole, observando cada gesto que hacía, escuchando su respiración mientras que recordaba... 

Tan sólo hacía un instante que me había amado; desposeído de mi voluntad, haciéndome su esclava, y sin embargo toda esa furia incontrolable, era ahora un manantial en reposo, tierno, y hasta podría decir que delicado. 

Tumbada estaba a su lado, tímidamente le mirada, mientras que el recuerdo, el deseo, de mí se apoderaba. ¿Y si le despertaba? ¡Qué vulnerable parecía!, hasta me daba respeto, respirar, por si me oía, tan sólo quería volver a sentir su respiración, como cada noche, al compás de la mía... 

¡Sí!, era eso lo que quería, respirar a su lado, como cada noche, para sentirme viva...

 

Escrito por: 
Eva Mª Maisanava Trobo

jueves, 28 de febrero de 2013

Te esperaré...


Han pasado muchos años, tú hiciste tu vida y yo la mía. Es ahora cuando por avatares de la vida, volvemos a estar juntos. Reapareciste en mi vida el día de Navidad. Fue duro admitir, que no recordaba, nada, nada de ti. Y sin embargo, me siento extrañada al saber que durante cuatro años, no has dejado de pensar en mí. Tal vez sea el destino quien nos ha mandado este tren, cierto es que podemos subirnos rápidamente en él, pero... Tal vez el trayecto, sería ajetreado, complicado y con un final poco afortunado. 

¿Qué te parece si nos quedamos en el andén?, caminando de la mano, ¡si!, conociéndonos; para cuando llegue el momento, subirnos al tren y viajar eternamente enamorados.

Es complicado tomar esta decisión, cuando en mi interior, hay un mundo de pasiones; quizás resabios de anteriores relaciones, y ahora ver el estanque calmado, me descuadra.

Pero los días, me han hecho pensar, que vale la pena esperar. Quizás no estés preparado. Me enorgullece y me enrojece a la vez, que puedas pensar que soy un reto intelectual para ti. Pero no soy nada especial, pese a que pienses que es difícil encontrar a una mujer inteligente y con inquietudes por la cultura, no lo veo así. Pero siempre respetaré la opinión que tienes de mí, y que sin duda es un gran halago para mí.
 
Pero no tengas miedo a volar, a sentir y porque no... A Amar; solamente así sabrás si te sirvió de algo volverme a llamar...