Hay
cosas que me suceden, que, en ocasiones, pienso que hay alguien que está
grabando la escena, para poder, después, colgarla en YouTube a modo de cámara
oculta.
Cómo
ya sabéis, me encanta, en la medida que puedo, escaparme a la biblioteca,
ponerme los cascos y escribir.
Es
donde mejor me concentro, porque en mi casa, sino es el vecino, sino es la
mosca, sino… asalto la nevera y bastantes curvas tengo ya, como para
acentuarlas, así que lo más sensato es ir a la biblioteca.
Pues
bien, en una de esas escasas ocasiones en las que levanto la cabeza para mirar
al frente, me encuentro, a un señor leyendo mí novela y comentando la misma,
con un amigo, que ya la había leído. Los comentarios que escuché algunos me
encantaron y otros, no; pero ese riesgo es el que corres cuando te dedicas a
escribir, que lo escrito puede gustar o no.
Afortunadamente
no habían reparado en mi presencia, es cierto, que la foto que hay en la
contraportada a como soy ahora, hay un cambio bastante notorio, pero bueno… eso
ahora no importa.
El
caso, es que la curiosidad me puede, le quito el sonido a los cascos, para que
ellos crean que no les estoy escuchando y de repente le dice uno al otro….
—¿Cómo
será vivir con una escritora?—.
A
lo que el otro le dice…
—Yo,
creo que es mejor no enamorarse de una escritora. Aguantar que tenga que
contestar a sus seguidores, tiene que ser horrible.
Y sin ellos saberlo, han sido, los
causantes de hacerme a mí misma esa pregunta y hacer el manual del por qué “Tener
o no a una mujer escritora en tu vida”.
Tener
o no a una mujer escritora en tu vida, ¿es ventaja o desventaja?
1. Buscamos
la soledad.
La
soledad, escogida, en épocas de creación, es para nosotros, vital.
No
es cuestión de no querer a nuestra pareja, amigovio o casi algo. Sino que
necesitamos ese espacio vital, en el cuál, nos desnudamos frente a una hoja en
blanco, para dar lo mejor de nosotros en un escrito y de esta manera, llegar a
emocionar después al lector.
—Esa
relación escritor, lector, es para nosotros fundamental—.
Ventajas:
Te puedes ir con los amigos, tener una amante, etc. Ya que soy de mente abierta,
no soy celosa y las ataduras y la rutina, no me gustan.
2. Por
la noche necesitamos compañía.
Después
de ese tiempo de entrega a la escritura, de desazón, necesito el silencio, refugiarme
en los brazos de un hombre tranquilo, que me sepa llevar.
Porque
bastante inquieta es mi mente, como para que el tiempo, que no esté creando, estar
agitada o discutiendo.
Desventajas:
Tal vez te sientas usado/a, porque te buscaré cuando yo quiera, no cuando tú
quieras.
3. Porque
te amaré con locura, sin límites, sin tiempo, pero eso sí, te amaré a
mi manera. Y quizás no sea la que tú necesites.
La
escritora, cuando ama, ama con todas las consecuencias, con locura, sin
ataduras, ni cortapisas, sin mirar el reloj, pero eso sí.. a su manera, que tal
vez, no sea la que tú quieres.
Desventajas
o ventajas, somos de personalidad variada, hoy tendrás que consolar a un niña,
asustada, que necesitará de tu protección y sólo querrá que la abraces y la
acaricies el pelo, hasta que se duerma entre tus brazos, mañana cenarás con una
mujer que te sorprenderá cuando te diga que se ha metido un huevo vibrador en
su interior y te dará el mando, para que, en el restaurante, la hagas estremecer; y al siguiente tendrás a
una ninfómana en tu cama.
Coqueteará con mil hombres, pero solo se dará a ti
Más
que desventaja, es ventaja, porque la rutina, no existe. Las escritoras, huimos
de la rutina.
4. Porque
te ilusionaré muy rápido. No habrá rutinas, no habrá mañana, no habrá
dolor, no habrá nadie más que nosotros dos.
Te
enamorarás antes de la escritora, que de la mujer. Haré que cada encuentro sea
diferente, seguramente, hasta después, parte.. lo use para escribir un relato.
No
pensamos en la durabilidad de las relaciones, las vivimos intensamente como si
no hubiese un mañana, no valoramos el tiempo, sino la calidad del mismo.
Conmigo
nunca sabrás que es el dolor, porque… sin tú saberlo ya te habrás convertido en
mi Musa y te necesitaré para poder seguir escribiendo.
Las
escritoras no somos celosas, porque sabemos que nadie es de nadie, de lo
contrario, no podríamos escribir algo en lo que, en menor o mayor medida, en un
escrito, tenemos que defender con letras.
Pero
sí es cierto, que en el momento que estés con ella, solo querrá que estés por y
pendiente de ella.
Lo
que hagas después, no importará, porque te habrá tenido intensamente y eso es
lo que la valdrá.
¿Ventajas o desventajas?, según quién lo lea.
5. Porque
somos muy raras, y te diremos cosas como —“respira, huele a ti”— o se nos
escapará un gemidito al oler tu perfume.
Las
escritoras somos de sensaciones, de olores, de gestos, de palabras.
Siempre hay algo que nos
marcará, una fragancia, que nos enloquecerá..; un gesto, que nos cautivará…;
una frase, que nos hará pensar.
Somos,
en ocasiones, intensas…, pero… tremendamente humanas. Aunque cierto es que “sobrepensamos”
mucho las cosas.
Necesitamos
vivir intensamente y que el vello se nos erice.
Si esto deja de suceder, ya no
habrá nada que hacer.
—Y
sin haberlo intencionado, me ha salido un pareado.. Jajaja—
6. Porque
nunca sabrás si escribo pensando en ti o en alguien más.
Nunca
sabrás si lo que ha escrito ha sido pensando en ti, dedicado a ti o al viento.
Lo que, si te dejará claro, es que se inspirará en todo lo que tú, le hagas
sentir.
Depende
de si su pareja es celosa o no, lo podrá entender. ¿Ventaja o desventaja?
7. Porque
a veces, preferirá la tinta y el papel que estar a tu lado.
Cierto,
no te extrañe, que en ocasiones se vaya de viaje sola y no porque te vaya a ser
infiel, sino.. porque la ausencia, la usará, para escribir, documentarse y a su
regreso, sin duda alguna, sabrá compensártelo.
¿Ventaja
o desventaja? Depende de la personalidad de cada hombre.
8. Porque
cuando hablemos muchas de las conversaciones terminarán con un libro que me leí
o un relato que escribí.
Los
escritores, adoramos, la gran mayoría a Demóstenes, gran orador de la antigua
Grecia nacido en el 384 a.c.
Aunque
tímidos, nuestra retórica, al igual que nuestros escritos, te harán cambiar de
opinión. Harán tambalear los cimientos de tu vida, y siempre, en alguna de las
conversaciones, saldrá el tema del libro que me esté leyendo y/o el que esté escribiendo.
Hasta
ahora nunca, he podido, hablar del mismo libro con un hombre.
—No
pierdo la esperanza…—
9. Porque
soy demasiado soñadora y siempre tendré un pie en el cielo, y
otro en la tierra.
Es
cierto, como escritora que soy, soy muy soñadora y siempre tengo un pie en las
nubes y el otro en la Tierra.
Pero
como bien diría Calderón de la Barca…
—La
vida es un sueño y los sueños, sueños… son—.
10. Porque
en lugar de desahogarme contigo, lo haré en papel.
Al
igual que buscamos la soledad, somos independientes emocionalmente y aunque me encuentre mal, nunca, te lo diría. Porque preferiré desahogarme en un papel,
que, contándote, lo que tal vez para ti, sean naderías.
11. Porque la
mayoría de las veces me encontrarás con gafas, el pelo despeinado, con una
libreta, un lápiz en la mesa, y un libro en las mano.
Muy
cierto, las mujeres escritoras, no vivimos de nuestra imagen, preferimos
cultivarnos, por dentro, aunque sin descuidarnos.
No
valoramos el físico de un hombre, pero sí el cómo está su cabeza de amueblaba.
La
atracción, física, es necesaria resolverla, pero una vez resuelta, ya no hay
más.
Pero… la intelectual, jamás, se acabará. Y para cuando te hayas dado
cuenta, ya seré una metástasis “buena”, me habré expandido por tus células y
anidado en tus neuronas, y una vez allí, aunque quieras, no me podrás extirpar.
Por
lo que, sobre todo, en verano, es normal, verme en casa en bragas, con una
camiseta amplia —seguramente tuya— sin sujetador, el pelo recogido en un moño,
sin un gramo de maquillaje, leyendo un libro y con una libreta para apuntar
posibles ideas.
¿Ventajas?
Es super sexy… jajaja. ¿Desventajas?, creo que ninguna.
12. Porque
perseguiré un amor perfecto, semejante al de los héroes o heroínas de
mis libros favoritos.
Muy
cierto, nunca he dado con el hombre de mis sueños, porque si no le falta una
cosa, le sobra otra, porque quiero que sea como el “prota” de mis novelas y eso
es complicado.
Y
eso hace, qué, en ocasiones, tenga cambios de humor.
13. Porque
a veces soy melancólica y me encontrarás con los ojos tristes y las
sonrisas rotas. Y otras veces soy súper optimista con un cajón lleno de
sonrisas enormes para regalar.
Muy
cierto, soy dramática por naturaleza. Por eso Shakespeare es mi escritor
favorito.
En
ocasiones lloro con la misma facilidad que respiro y en otras, me rio, sin ton
ni son.
Por
eso, cuando encontramos a alguien que sabe hacernos reír, no lo dejamos ir de
nuestras vidas, sea, amigo o sea lo que tenga que ser en nuestras
vidas.
14. Porque
estaré más ocupada construyendo la vida de los personajes de mis novelas
que viviendo la mía propia.
No
puedo decir que no, estoy más pendiente de que mis protagonistas sean felices,
que de serlo yo, en ocasiones disfruto más escribiendo su vida, que viviendo la
mía.
15. Porque
sin tocarte ya te he enamorado.
Completamente
cierto. La mujer escritora te habrá enamorado antes de haberte tocado, sabrá despertar
tu irá con una poesía y tu deseo con un solo verso.
Y ya no te quiero decir como su género sea el erotismo, porque, antes de escribirlo, lo experimentará contigo.
Llegado
a este momento decide si vale o no, la pena, tener a una mujer escritora, pero..
piensa que serás inmortal si decides estar con ella, porque, aunque tu nombre no lo
escriba, en cada poema o relato, impregnado de ti, estará.
Ena
13/01/2025 17:30