viernes, 7 de diciembre de 2012

Una copa, nada más.

          Tan sólo fue necesario una copa, para que de mis labios saliera una sonrisa que logró tambalear los cimientos de tu vida, una vida carente de emociones, un día igual que el otro, sin nada nuevo, sólo monotonía.
 
          Esa sonrisa fue la culpable, y hace que te cuestiones si vale la pena aferrarse a una vida tranquila y segura, pero carente de confianza y de momentos inolvidables.
 
          Sólo un pequeño sorbo, una tímida sonrisa, una mirada que te dijo más de lo que jamás te pudiste imaginar, sean hoy la consecuencia de lo que sentimos.
 
          Aunque pongamos tierra de por medio, aunque luchemos por no vernos, aunque coja el vuelo una y otra vez, aunque te vayas de nuevo de caza como antes solías hacer, aunque quieras... No podrás dejarme de querer.
 
          Porque aunque no lo digas. Sé que algún día llegará el momento en el que tenga que partir para no volver, y desde el cielo, te veré llorar de impotencia, de rabia, por no darte cuenta, de que lo que tuviste tan cerca, por miedo y comodidad, lo dejaste marchar. 
 
Salud y suerte.

Un baile de Amor

De nuevo volví a darme cuenta, que no eras más que un espejismo, fruto del amor que te profeso. Hace un tiempo tal vez lejano, reíamos, bailábamos, mientras nos mirábamos a los ojos, en silencio, manteniendo la conversación más sincera. ¡Qué felices éramos!

¿Y qué ha pasado?, quizás mi arrojo, mis ganas de querer luchar, mi ambición de ser una gran profesional, sea el causante de mi frialdad.

No puedo cambiar, lo siento. A fin de cuentas tú bailas noche tras noche, en una sala de baile diferente a la mía. Tal vez no sepamos llevar el ritmo juntos y estemos hechos para bailar solos.

¡No lo sé!, no sé que pudo pasar, no sé que está pasando.

Cuando quieras bailar un valls de nuevo estaré de puntillas esperándote, pero no me hagas levantarme de la silla, si no sabes llevar el ritmo, y temes dejarte llevar por lo que la música te hace sentir.

De nuevo me voy por un tiempo, tal vez bailaré otras melodías; tal vez ansiarás bailar otras piezas y con otra partener mejor que yo.

Pero no olvides aquel latir, de nuestros corazones, que nos empujaron a crear la mejor composición; aquella que aún en silencio y alejados del mundo, bailábamos desnudos mientras nos entregábamos a la pasión.
 

 Rubizul

sábado, 3 de noviembre de 2012

Miedo a escribir

 
Daría mi vida por poder sonreír

dejar los miedos y dejar de sufrir.

Se acerca el día y no sé que escribir

me quedé sin palabras y sin nada que decir.

Quizás la lluvia, el cielo gris y el tiempo

hayan logrado que me quede sin aliento.

 

Tal vez lo mejor sea que apague el ordenador

y deje que ese duende un tanto traidor

consiga, que mañana lo vea todo de otro color.

Ansío que llegue mañana y "ese momento"

para poder escribir lo que en verdad siento.

Porque si no puedo volver a escribir,

sería peor que saber que mañana voy a morir.

 
Rubizul

3/11/2012