domingo, 15 de septiembre de 2019

Sola a la orilla del mar.


Ni todos los jinetes
que dicen serlo, lo son.
Ni todas las yeguas,
tienen la misma cabalgada.

Algunas necesitan
un caminar, lento, al trote.

Otras, necesitan
que todo sea rápido y al galope.

Más otras... ¡Ay! Amigo...
Están todavía sin domar,
difíciles y casi imposible de montar,
sino es con mucho mimo, tacto,
paciencia y saber estar.

Pero teme a esta última,
que de osar a querer montarla,
de seguro, tu vida cambiará.

Ya que nació para escoger a su jinete,
y de no encontrarlo,
galopará sola a la orilla del mar...



Eva María Maisanava Trobo


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