domingo, 10 de marzo de 2013

Desde mi cielo...


Siempre nos dijeron que para todo, teníamos que estar preparados; pero es difícil estar preparado para cuando esa mujer fría, sigilosa y sin alma; te quiere arrebatar la tuya, y dejarte sin alas. Para ese instante, no se está preparado.
 
Es cuando sientes esa sensación gélida, esa famosa luz brillante; cuando valoras lo que tuviste, y por orgullo, no valoraste.
 
Cuando me llegó la hora, y tuve que marchar, no era la sensación de miedo lo que se apoderaba de mí, sino saber lo que sufriría, mi gente, al tener que partir.
 
¡¡Y no sufre más el que se queda, sino el que se va!!
 
Desde mi cielo, libre y con alas para poder volar,
me siento prisionera, de manos atadas, al verte llorar.
 
Y ahora lloras porque no me tienes.
Pero... Cuando me tenías, ni tan siquiera, me sentías...
 
Duele escuchar, ahora, de tus labios un "te quiero", al que no puedo contestar.
Solo puedo estar en tus sueños, y no siempre me permites, estar.
Si ese, "te quiero", lo hubiera escuchado tiempo atrás;
hoy sabrías lo importante que es "hablar" y no "callar".
 
Porque hoy estás en este mundo, y mañana... ¡Mañana, Dios, dirá!
 
Escrito por:
Eva Mª Maisanava Trobo

sábado, 9 de marzo de 2013

Una sensación, distinta...

Esta mañana al salir de casa, estaba distante, frío y hasta podría decir que esquivo. Es cierto que desde que nació la niña, tal vez nuestra relación se haya distanciado. Algo me dice, que le está rondando por la cabeza la idea de serme infiel; pero lo que no te puedes ni imaginar es con quien lo vas a ser. 

Ayer, aunque sea un tanto estudiado por mi parte, te hice llegar por un mensajero un sobre, con el siguiente mensaje:  
 
Te espero en el local que hay al lado de tu despacho, no tardes, tengo ganas de ti.
 
Firmado
Tu gatita en celo
 
Sé que nunca te habrías imaginado que esa gatita, sería la que hace unos meses se desgarró para dar la vida a tu hija, y que esta noche, va a desgarrar tu ropa, como tiempo atrás lo solía hacer.
 
Te pregunté si volverías a casa a cenar, me dijiste, que estabas muy liado y que seguramente regresarías tarde. No voy a negar, que esa respuesta me hizo pensar y es por eso, que lo de esta noche, no lo podrás olvidar...
 
Se acercaba la hora, me arreglé como sabía que te gustaba, lencería negra, medias con ligero, falda de tubo, blusa blanca, collar de perlas, zapatos de tacón y un toque de ese perfume que me regalaste para el día de la madre. 
 
¡Estaba nerviosa, sí! Una sensación, distinta, se estaba apoderando de mí, sentía como si esa niña que creció entre tus brazos, para convertirse en una mujer; ahora estaba completamente asustada y sin saber que hacer.
 
Cuando abriste la puerta del local, y al verme, te quedaste pálido, confundido, extrañado por creer que sería otra mujer, y es que lo soy, amor; soy esa mujer que aun con el paso de los años, nunca jamás, te dejará de querer.
 
Así que por favor, sígueme el juego, déjame que una vez más te demuestre, porque hace tiempo nos convertimos, en lo que hoy somos, marido y mujer...
 
Escrito por:
Rubizul

viernes, 8 de marzo de 2013

Aullando en libertad.

Quien te iba a decir que esa rosa que compraste en las Ramblas, mientras que ibas de camino a tu trabajo, iba a ser la "protagonista", esta noche, de tu fantasía.

Pensabas que todo, se había quedado en un "asalto" má
s, la otra noche. Estabas convencido, que la aprendiz de loba, no volvería a salir de caza.

¿Pero todavía andas con pensamientos antiguos? ¡Por favor!, por más que quieras "controlarme", nunca lo conseguirás, nací libre, disfruté aullando, mientras que al compás de mis movimientos me iba entregando.

Y ahora... Estamos aquí, después de tu exhausta jornada laboral, frente a frente. Y esa rosa, que inocentemente compraste, va a ser quien acaricie mi cuerpo, porque hoy... No te voy a dejar que me acaricies, quiero que sufras, que ardas en deseo, que no aguantes más y entonces, saques a ese lobo, con el que podré aullar.

¡Siéntate!, no quiero que me toques, solamente quiero que observes; hoy será una rosa, la que me acariciará. ¿Sorprendido? ¿Molesto?, amor...Controla tus deseos, no quiero que sea una noche más... Quiero que por fin entiendas que soy libre, para decidir cuando y con quien aullar.
 
 
Escrito por:
Eva Mª Maisanava Trobo