sábado, 12 de enero de 2013

No sé si superé el reto...




        
         Hace mucho tiempo, tanto que ni recuerdo cuando me lo dijeron. Una persona que estimo sobremanera me dijo, que si realmente me sentía cómoda escribiendo erotismo, ¡por qué no lo hacía! Quizás sea porque me siento en la cuerda floja, mecida por el pasar del tiempo, sin apenas encontrar esas palabras que hagan que tu respiración, tu imaginación y tu deseo vuelen a donde, solamente yo quiero llevarte.

         No quiero que sigas leyendo, sino eres capaz de sentir, que solamente dejándote llevar por mí; podré lograr durante unos segundos o tal vez minutos, hacer que tu pensamiento viva "eso", que ahora estás deseando...

         Quizás estés cuanto menos confundido, quizás no entiendas el por qué de mi relato, pero tan sólo quiero envolverte con una letra, acariciarte con una palabra, y soñar que este conjunto de frases, despierten en ti, eso que llaman "deseo". Y no sé como, pero sólo quiero volver a ser esa gota de placer, que confundiéndose con tu deseo hicieron que durante más de una década, fuera en tu vida algo más que una mujer merecedora de tus caricias.

          Tal vez este texto sea real, o tal vez sólo un fruto más de mi imaginación o  tan sólo me haya metido en tu mente, invadiendo tu espacio más íntimo, devorándote con mis deseos, envueltos en meras palabras, para hacer, que por un momento, real, efímero o surrealista, haya podido conseguir que ese instinto haya empezado a despertar en ti; como antaño lo conseguía cuando mirándote a los ojos mientras temblaba debajo de tu cuerpo y entre suspiros te pedía que entraras en mi...

      Si sólo es una fantasía, si de verdad es así, no sigas leyéndome, no sigas prestándome atención, no vale la pena, ¡no!, sólo hay un momento que si lo vale y es cuando tú y yo esclavizados, terminábamos locamente entregados a la pasión. Y ahora que finaliza el relato no sé si valió la pena intentarlo y si superé el reto de hacerte sentir, aunque sea sólo por un momento eso que llaman pasión...


12/01/2013
Eva María Maisanava Trobo
 

lunes, 7 de enero de 2013

Bajo la tierra y viviendo en tí



Cuando supe que iba a morir
y que mi corazón dejaría de latir.
Me enteré que tú morirías
si un trasplante no recibías.

Por salvar mi vida, ya nada podrían hacer,
y en cambio tú con mi muerte y mi corazón, volverías a nacer.

¡Para qué enterrarme con un corazón!
Si con él, tu vida se llena de nuevo de ilusión.

De nada sirve tener un corazón enterrado,
si es cómo tenerlo enjaulado.

Ahora estoy en el cielo, descansando.
¡Feliz y orgullosa de que tú estés en la tierra caminando!




Eva María Maisanava Trobo (Rubizul)
3 de Mayo del 2012

domingo, 6 de enero de 2013

Sé que soy bonita

          Hace mucho tiempo yo era una niña que vagaba por la vida, sin saber quién era y qué quería.
 
          Sí bien mi belleza pudo ser una maldición, también lo era mi orgullo, mi merecido castigo, por no ver lo que todos a mi alrededor veían.
 
          Mi nombre podría ser el mismo que el de tu hija, tu novia, tu mujer o una amiga, podría ser esa mujer que en algún momento dado de tu vida, acarició tú alma y te hizo sentir eso que llaman amor.
 
          Sin embargo, tiempo atrás solo quise arrebatarme la vida, al no encontrar un sentido a la misma.
 
          No puedo evitar sentir rechazo de mi actitud al recordar una tarde de primavera, cuando al ir al colegio, mis compañeros me comenzaron a escupir, y me arrinconaban, diciéndome que "tenía muchas tetas"; odiaba tener que ir al colegio, comencé a encerrarme en mi mundo y con esta manera protegerme de todos esos insultos, que sentía que atravesaban el corazón de una niña cuya única culpa, era estar atrapada en el cuerpo de una mujer.
 
          Durante días no quería comer, me provocaba el vomito, ¡yo sólo quería ser bonita!
 
          No entendía que me estaba pasando, yo estaba jugando a la goma, a la comba y sentía esas miradas tan inquisidoras y deseosas de mis compañeros, que estaban por finalizar el colegio y pasar al instituto, yo no entendía nada de qué pasaba, yo solo soñaba con ser bailarina y escribir algún día.
 
          Un día estando en el baño llorando a mares, (jamás olvidaré ese día), escuché que alguien golpeaba la puerta; no quise abrir, allí estaba segura, allí nadie me haría daño, allí podía ser yo.
 
          Era mi profesor que alarmado por mi llanto y preocupado me hizo salir del baño en el que me encerré, no me preguntéis por qué, pero...solo recuerdo que me abracé a él, como quien se aferra a una tabla en un mar agitado.
 
          Por unos instantes, no había miedo, el miedo desapareció, me sentía completamente protegida y a salvo de los "monstruos" de mis compañeros que hacían que me sintiera, como un vulgar patito feo.
 
          Siento tan latente y vivo ese recuerdo, que parece que lo estoy reviviendo, recuerdo cada palabra y ese tono de voz, que tanta calma me aportó; se arrodilló, se sacó un pañuelo de su bata y me secó las lágrimas, y me preguntó que me sucedía.
 

  • ¿Por qué lo chicos me dicen que tengo tetas? ¿por qué no soy bonita? (le dije mientras temblaba) Me giró hacia el espejo, se puso detrás de mí y me preguntó:
  • Dime, ¿qué ves en el espejo? 
  • Nada, no veo nada (le dije) 
  • Te equivocas (me contestó) yo veo una chica, con una inmensa sensibilidad y un corazón enorme. Tienes mucho que dar y mucho que ofrecer, nunca olvides estas palabras Eva.
 
          Me dio un beso en la frente y se marchó, tarde años en entender, qué me quiso decir.
 
          Sin duda han pasado muchos años, esa niña que habitó en un cuerpo que no sentía suyo, se ha convertido en una mujer, que ama el cuerpo en el habita y que no quiere matar a la niña que un día fue, pues sin ella, no sería como es hoy.
 
          Ahora quizás no tenga esa belleza insultante, que antaño tenía, quizás no tenga ese cuerpo que antes poseía, pero...tengo algo que antes no tenía, "seguridad", ahora no necesito escuchar esa frase que ansiaba oír, porque ahora "sé que soy bonita".
 
          No sé que habrá sido de mi profesor, si estará vivo o muerto, pero...si algún me reencuentro con él, solamente le diré "gracias", ahora entiendo el significado de esa frase, que siendo niña no entendí.
 
Rubizul
03 de septiembre del 2012