Comencé la lectura de la novela con la
idea de que ante mi se iba a presentar una historia en que la protagonista iba
a vivir situaciones llenas de lujo, pasión, erotismo, más o menos explícito,
sobre ese tema no me había creado expectativas, y que en algún momento la
historia tendría un giro hacia la intriga o la acción.
Y la verdad es que no me equivoqué mucho,
por no decir que nada, en la novela hay de todo eso. Y aún así, la obra me
sorprendió y mucho.
—¿Y qué es lo que me descolocó?—. El profundo
trasfondo moral de la novela que deja en segundo plano o incluso más atrás casi
como una simple escusa la temática erótica. La obra pretende hacernos pensar, o
al menos a mi me hizo pensar en qué es lo realmente importante de la vida.
—¿Lo es el dinero?, ¿lo es la posición
social?— Es bastante probable que la respuesta que nos venga a la cabeza sea un
no. —¿Lo son las convicciones morales? ¿Los valores aprendidos de nuestros
padres?—. Ahí, probablemente a más de uno le surjan las dudas. Lo que nos deja
claro la autora es que lo realmente importante en la vida es al amor. El amor a
la familia, a los amigos, a la pareja y llevado al extremo al género humano en
su totalidad.
Y esto es lo que me sorprendió de la
novela, sin pretender hacer ningún spoiler, Escorts una semana en París, es la
trepidante historia del último servicio de la mejor escort de Madrid que
cambiará su vida y la de los suyos para siempre. Un viaje por las emociones de
una mujer que lo ha vivido todo o eso al menos es lo que creía.
Narrado con un estilo ágil y sin
concesiones a las florituras innecesarias Escorts una semana en París lo leerás
de un tirón y créeme que no te dejará indiferente.
Orlando Lorenzo Calderón