Quizás este sea el relato más complejo al que jamás antes me había enfrentado, y quizás sea porque más que un relato, es una reflexión en voz alta compartida con quien lea este conjunto de palabras; y del que me gustaría leer vuestros comentarios para saber vuestra opinión y daros contestación a cada uno de ellos.
—¿El amor, es lo que uno quiere? ¿Se puede controlar?—.
Hace
varios días he llegado a la conclusión de que no se puede controlar, pese a que
a mi alrededor existan un conjunto de personas que me digan que si se puede dominar
e incluso canalizar.
Pero tal y como yo lo veo, como ése torrente incontrolable de sentimientos que hacen acto de presencia en tu vida, y en la gran mayoría de veces sin preguntar si quieres enamorarte o no. —¡No!—, de esta forma lo siento pero no se pueden controlar, y en mi modesta opinión si hay alguien que lo pueda controlar es que entonces lo que siente, no es verdadero amor.
Aunque como todo, existen diferentes formas de ver la vida, y por consiguiente de entender los sentimientos.
Pero tal y como yo lo veo, como ése torrente incontrolable de sentimientos que hacen acto de presencia en tu vida, y en la gran mayoría de veces sin preguntar si quieres enamorarte o no. —¡No!—, de esta forma lo siento pero no se pueden controlar, y en mi modesta opinión si hay alguien que lo pueda controlar es que entonces lo que siente, no es verdadero amor.
Aunque como todo, existen diferentes formas de ver la vida, y por consiguiente de entender los sentimientos.
Y para explicarme mejor, os contaré la complicada situación por la que una amiga mía está pasando.
En
el año 2006 conoció a un hombre que le hizo sentir con una sola mirada, —lo que
en su interior ella misma desconocía—; ha intentado con todas sus fuerzas pasar
página y escribir otra nueva vida; salir con otras personas y direccionar esos
sentimientos hacia otros hombres; y sin embargo todo maldito intento no ha sido
sino en vano.
Se ha disfrazado de otra mujer, para con éste propósito olvidar a quien ha marcado tanto su vida, y a la que ha dejado sumida en un mundo oscuro, del que con mucho esfuerzo se asoma de vez en cuando a la vida.
Se ha disfrazado de otra mujer, para con éste propósito olvidar a quien ha marcado tanto su vida, y a la que ha dejado sumida en un mundo oscuro, del que con mucho esfuerzo se asoma de vez en cuando a la vida.
Pues por mucho que la digan, el amor, como ella lo ve y lo siente, es incontrolable y por lo tanto atribulado.
Y a un corazón atribulado es complicado hacerle entender que lo que siente su corazón carece de toda lógica y razón.
Y tú, ¿piensas que el amor es lo que uno quiere?, ¿qué se puede controlar?
Un clavo no saca otro clavo, e incluso se te pueden quedar dentro. El amor es un sentimiento incontrolable, se puede intentar esconder, contener, calizar, y solo si consigues hacerlo es cuando deja de ser lo que es, amor, pero también es cierto que se puede volver a querer cuando dejar de hacerlo
ResponderEliminarTienes toda la razón. No, querida Eva, el amor no se puede controlar, surge sin preverlo, sin que el raciocinio intervenga en ese sentimiento.., te arrastra y te empuja al desorden, tu equilibrio, tu sensatez, dejan de marcar las pautas, ya te dejas arrastrarr por el gran torrente de pasiones..., eso es el amor, de él se trata, ése que se instala en los aposentos del alma, tan sólo ante un gesto, ante una mirada...
ResponderEliminar"El amor"... esas cinco letras con un significado tan grande, tan poderoso, que al que lo siente descontrola, que hasta muerte ha desencadenado por no ser correspondido, no, no se puede controlar, no se puede, y es tan obvio que tampoco se puede ocultar por mucho que se intente, sale fuera, como un tumulto de sentimientos, que a aquel que nunca lo ha sentido parece locura...
EliminarEl amor de verdad no se puede controlar...
ResponderEliminarCuando alguien al que has amado tanto te hace daño querrías que ese sentimiento se transformara en odio,en indiferencia, sin embargo se vuelve aún más intenso, te hace sentir más, incluso duele, duele el alma y solo quieres que esa persona sienta lo mismo que tú...