Buenas
días, tardes o noches, porque como ya sabéis no sé a qué hora sacáis tiempo de
vuestras vidas, para otear el blog.
Aprovecho a pedir a todos los lectores de la novela "No me leas, siénteme", a que leáis de nuevo capítulo a capítulo, ya que con estos tres nuevos que he subido, os habrá dejado un poco descolocados.
Ya
solamente queda un capítulo, de lo que tengo escrito y que subiré, el próximo viernes; que coincidirá
con el último de la apasionante vida de Giselle y que a estas altura espero que
tengáis claro el mensaje que capítulo a capítulo, desde su punto de vista os ha
querido dar a entender. El más importante el de no “Juzgar”.
A
partir del próximo viernes ya no habrá más capítulos, porque todo lo que habéis
leído ahora lo escribí a ratos mientras me sobraba un pequeño tiempo en la hora de la
comida, cuando estaba trabajando en 2019. Aunque más que comer, mal comía, porque la
necesidad de escribir me alimentaba más que cualquier alimento.
¿Cuándo
terminaré? Ni idea.
Llevo una época en la que no me encuentro bien “como mujer” y no me gusta escribir desde el despecho o la rabia. Dejaré pasar un tiempo hasta que mis “heridas sanen” y entonces me centraré. Mientras… iré a visitar tanto el Museo del Romanticismo como el Museo de Cerralbo, que tanto me gustan. Además llevo años sin visitar el Museo del Prado y creo que ya es hora de que me pierda entre tanta belleza pictórica y... ¡Sí!, lo confieso, me compraré algún detallito. Ya que no me hacen regalos, pues me los auto regalo. Se tenía que decir y se dijo.
Hasta
que llegue ese día, tenéis, desde el 2012 que abrí el blog, mucho por leer.
Nunca
he querido corregir nada de lo escrito, aunque obviamente está para corregir,
pero no lo hago por un motivo personal, aunque quizás no compartáis. En su día
pensaba, sentía y vibraba, de esa manera. Si los modifico, ya no tendrían la autenticidad que ahora
tienen.
No
sé si me explico, pero usando una comparativa un tanto fuera de lugar, es como
cuando terminas una relación, no vas a tirar los regalos o borrar las fotos de
esa persona —que durante “X” tiempo— te hizo feliz. Al igual que tampoco borro
ningún “relato/poema” de los que uso para expresar lo que siento, porque de no
ser así, en persona… no podría. Han sido sentimientos que he tenido y por lo
tanto aquí se quedan ya que no me avergüenzo de ellos.
Con
cariño, Eva.
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