jueves, 21 de febrero de 2013

Fumándome los recuerdos.


          Allí, estaba yo, dando las últimas caladas a un cigarrillo. Queriendo de esta forma, confundirme con el humo del cigarro, y penetrar en tu recuerdo. Recuerdo que por más que has querido olvidar, no has podido. Pero... ¿Qué te creías? ¿Qué solamente tú eras el cazador? ¡Qué ironía! ¿Verdad?, el cazador siendo cazado por la aprendiz de loba, hambrienta de pasión y sedienta de tus besos. 

          ¡Mmmm! Era lo mejor que podía haber hecho, ¿acaso una mujer no puede ser sincera? ¿Solamente son ellos quienes pueden llevar la iniciativa? 

          ¡No!, ya sabes que yo no soy así, que escojo a mi victima, le quito la piel de cordero, ¡esa, que ante la sociedad lleva!, y saco su "yo" más perverso, ése, que tan loca me vuelve; que hace erizar cada bello de piel, que consigue que las pulsaciones de mi corazón de aceleren y que la respiración, que antes era tranquila, ahora sea agitada; como aquel recuerdo, que sin querer se me viene a la mente, mientras que doy una calada al cigarro, observándote mientras descansas, con el torso desnudo, cansado...Por haber calmado mi sed, con tus labios y saciado mi apetito, con tu cuerpo, dentro del mío... 

 

Escrito por:

La aprendiz de loba

sábado, 16 de febrero de 2013

A ti.



Gracias por estar junto a mí,

por hacer que minuto a minuto,

sea cada día más feliz.
 

A ti, que me haces sonreír.

Que has devuelto a mi vida,

la ilusión que un tiempo atrás perdí.
 

A ti, que con paciencia y tesón,

has logrado ganarte un espacio en mi corazón.
 

A ti, que ahora estás convaleciente,

preocupado, por no poder verme;

después de un inoportuno accidente.

 
Déjame, que sea yo quien ahora esté a tu lado,

cuidándote, apoyándote, y tendiéndote la mano,

como hace años, lo habíamos soñado...


 
Con cariño, Rubizul.

jueves, 14 de febrero de 2013

Soledad

 

Hace tanto tiempo que no lo sentía,
que pensaba que lo había olvidado
y resulta, que sin querer me mentía.
 

Pero ahora sé que necesito amar.
¡Dime! ¿Dónde te puedo encontrar? 

¡Ya sé!, solamente tengo que cerrar los ojos,
respirar profundo, tumbarme en la cama y soñar,
con el día en que tus labios pueda besar.
Pero siempre es lo mismo, sueños, ¡malditos sueños! 

¡Dime que existes! ¡Qué eres de verdad!
Que no eres una utopía y que nos podremos amar.
¡Dímelo!, y sólo así dejaré de llorar,
y de sentir lo que ahora siento "soledad".
 

 

Eva María Maisanava Trobo (Rubizul)
4 de Octubre del 2012