martes, 30 de julio de 2019

Reseña de Escorts, una semana en París, por Orlando Lorenzo Calderón.



Comencé la lectura de la novela con la idea de que ante mi se iba a presentar una historia en que la protagonista iba a vivir situaciones llenas de lujo, pasión, erotismo, más o menos explícito, sobre ese tema no me había creado expectativas, y que en algún momento la historia tendría un giro hacia la intriga o la acción.

Y la verdad es que no me equivoqué mucho, por no decir que nada, en la novela hay de todo eso. Y aún así, la obra me sorprendió y mucho.


—¿Y qué es lo que me descolocó?—. El profundo trasfondo moral de la novela que deja en segundo plano o incluso más atrás casi como una simple escusa la temática erótica. La obra pretende hacernos pensar, o al menos a mi me hizo pensar en qué es lo realmente importante de la vida.

—¿Lo es el dinero?, ¿lo es la posición social?— Es bastante probable que la respuesta que nos venga a la cabeza sea un no. —¿Lo son las convicciones morales? ¿Los valores aprendidos de nuestros padres?—. Ahí, probablemente a más de uno le surjan las dudas. Lo que nos deja claro la autora es que lo realmente importante en la vida es al amor. El amor a la familia, a los amigos, a la pareja y llevado al extremo al género humano en su totalidad.

Y esto es lo que me sorprendió de la novela, sin pretender hacer ningún spoiler, Escorts una semana en París, es la trepidante historia del último servicio de la mejor escort de Madrid que cambiará su vida y la de los suyos para siempre. Un viaje por las emociones de una mujer que lo ha vivido todo o eso al menos es lo que creía.

Narrado con un estilo ágil y sin concesiones a las florituras innecesarias Escorts una semana en París lo leerás de un tirón y créeme que no te dejará indiferente.

Orlando Lorenzo Calderón

miércoles, 5 de junio de 2019

En forma de balas.






Nunca imaginé que esto me sucedería
Hace años le prohibí a mi corazón volver amar
¿Y qué le ha sucedido?
Qué sin yo quererlo, mi corazón, se ha vuelto a enamorar.
Y lo deplorable es que ya se lo advertí hace tiempo
pero aun así… nunca me ha querido escuchar
y es por eso que hoy siento, lo que siento.

Nunca te he visto y sin embargo te conozco.
No debo quererte, pero te… quiero.
No debo amarte, pero… te amo.
No debo desearte, pero… te deseo.

Y ojalá lo que mi corazón siente fuese solo una ilusión,
pero hasta en mis sueños te haces presente
y eso, te aseguro que me causa una gran desazón.

No debería escribir lo que siento
más te aseguro que no soy yo quien escribe,
quien me dicta cada palabra es mi corazón
y no puedo, ni debo, quitarle la razón.

No sé ni cómo, ni cuándo sucedió.
Pero mi corazón ha sido tocado
por las palabras en forma de balas
disparadas, sin querer, por un francotirador.

Prometí que yo nunca te dejaría
Pero sino lo hago, no sé que será de mi vida.
¡Y es que se lo dije a mi corazón!
No te enamores de un hombre, sino del amor.
Pero de nuevo no me escuchó
No solo se enamoró del amor
sino que lo hizo del hombre que habita en tu interior.




Eva Mª Maisanava Trobo
05/06/2019


Y ya no era yo, sino éramos...



Me abracé a él, 
comencé a llorar, 
a vaciarme por dentro, 
a expulsar toda la rabia que me consumía
y que me quemaba por dentro.


Dejé de luchar, 
me dejé llevar, 
me dejé querer,
me arrulló entre sus brazos
y me sanó con sus besos.

Y ya no era yo, 
sino éramos...


"Dos amigos enamorados del amor
y cómplices de aquél momento"





Eva 
04/06/2019