De nuevo volví a darme cuenta, que no eras más que un espejismo, fruto del amor que te profeso. Hace un tiempo tal vez lejano, reíamos, bailábamos, mientras nos mirábamos a los ojos, en silencio, manteniendo la conversación más sincera. ¡Qué felices éramos!
¿Y qué ha pasado?, quizás mi arrojo, mis ganas de querer luchar, mi ambición de ser una gran profesional, sea el causante de mi frialdad.
¿Y qué ha pasado?, quizás mi arrojo, mis ganas de querer luchar, mi ambición de ser una gran profesional, sea el causante de mi frialdad.
No puedo cambiar, lo siento. A fin de cuentas tú bailas noche tras noche, en una sala de baile diferente a la mía. Tal vez no sepamos llevar el ritmo juntos y estemos hechos para bailar solos.
¡No lo sé!, no sé que pudo pasar, no sé que está pasando.
Cuando quieras bailar un valls de nuevo estaré de puntillas esperándote, pero no me hagas levantarme de la silla, si no sabes llevar el ritmo, y temes dejarte llevar por lo que la música te hace sentir.
De nuevo me voy por un tiempo, tal vez bailaré otras melodías; tal vez ansiarás bailar otras piezas y con otra partener mejor que yo.
Pero no olvides aquel latir, de nuestros corazones, que nos empujaron a crear la mejor composición; aquella que aún en silencio y alejados del mundo, bailábamos desnudos mientras nos entregábamos a la pasión.
Rubizul