Cada noche
al irme a la cama
e intentar conciliar el sueño,
mis ojos se llenan de lágrimas
al recordar tus caricias sobre mi cuerpo.
Cada vez te
extraño más al anochecer
al igual que anhelo el reflejarme en tu mirada,
esa mirada que hizo darme cuenta
que sin tu presencia en mi vida
yo seguiría siendo un alma más en pena deambulando sola, triste, vacía y a la
deriva.
Me acostumbré a no sentir nada
y ahora siento tanto amor que me duele.
Como duele no poder decir lo que te amo
mirándote a los ojos... al despuntar el alba.
Eva María Maisanava Trobo
1:25 26/02/2019