lunes, 30 de diciembre de 2024

Felices Fiestas y Feliz Navidad...

Felices Fiestas y Feliz Navidad...

Si recibes este mensaje,
sin duda alguna,
es porque para mí eres importante.

La Navidad,
es algo más que guirnaldas, bolitas,
y regalos debajo de un árbol.

La Navidad,
es un conjunto de letras
en forma de poema,
para desearte de todo corazón,
lo mejor en estas Fiestas.

La Navidad,
es sentirse en paz y tranquilo,
no con los demás,
sino con uno mismo.

Vive estas Fiestas,
como tú quieras,
porque sólo tú decides,
como deseas vivirlas.

La Navidad,
no siempre es estar rodeado,
de muchas personas,
que durante el año
por unas cosas u otras,
ni están a tu lado.

La Navidad,
no son fechas de postureo,
ni de fingidas sonrisas,
sino de ser uno mismo
sin dejar de amar al prójimo.

Vívelas, como tú quieras,
pero sin olvidarte
de quién escribió estas letras,
que te querrá siempre
y hará de esta Nochebuena
una noche especial,
lejos de la hipocresía
y de la falsedad.




Ena
24/12/2024









martes, 24 de diciembre de 2024

El regreso de Giselle. ¡Y si, llegó la niña por Navidad!

Este resumen no está disponible. Haz clic en este enlace para ver la entrada.

“Habemus… Bolita de Navidad”


Hoy podría ser un día cualquiera, pero no lo es; y no lo es, porque hoy es Noche buena, lo que me recuerda que me quedan horas, antes de que llegue Navidad, para apoderarme de la “bolita” que año tras año, me da suerte.

Esta noche el Relif, ha logrado que durmiese mejor, pero todavía… estoy cojita a causa de la Ciática. Pero aún así, me digo: —¡Eva, arriba, tú puedes!—

Recojo la casa, me visto, intento ponerme bonita, salgo a desayunar fuera; podría ir a cualquier cafetería, pero algo me dice que justo donde el pasado 26 de noviembre vi por primera vez los adornos de Navidad, era, el lugar indicado.

Entro, doy los Buenos días… con las mejores de mis sonrisas, —porque en mi foro interno, sé que quiero hacer y por qué estoy aquí—.

Me siento en una mesa cercana a donde está el Bonachón de Papá Noel, mirándome, mientras que me dice:

—¡Qué! ¿Al final me la vas a robar a mí?—

—Pues sí, amiguito. No he podido “moverla de sitio”, en el lugar donde me había propuesto, pero… porfi, déjate.

—¿Ves la diadema que me han puesto?

—¡Sí!, la veo… Pero.. ¿Puedo? ¿Me dejas?

—¡Claro!, ya te invité a hacerlo el pasado 26 de noviembre y no quisiste. Es tuya, llévatela, pero… prométeme que te querrás más e intentarás ser feliz. ¡Olvida a quién no te merece y quiere más a quién si lo hace!

—¡Lo intentaré! ¡Muchas gracias, Papá Noel!—

Termino, de desayunar, me siento rara, nerviosa, dejo “propina”, para cubrir el gasto de la bolita.


Salgo de la cafetería, felicito las fiestas a los camareros, estoy muy nerviosa, pero.. pletórica, feliz, por haber logrado, un año más… hacer de mi tradición, una tajante realidad.











Llego a mi casa y le busco un lugar a “la bolita”, desde luego que queda mucho más vistosa, en este arbolito, que en la diadema de Papá Noel.





Ahora sí, mis Navidades, dan comienzo… “Habemus bolita de Navidad”

Gracias a todos los que me leéis, pasarlo bien, estéis donde estéis.




Os quiere, Ena.










miércoles, 18 de diciembre de 2024

Especial San Valentín. ¡La Revista de Todos, busca escritores!


Ya sé que todavía queda mucho tiempo para San Valentín, pero me gusta ser previsora y organizarlo todo bien para que me sobre el tiempo. La próxima publicación será el 14 de Febrero, "Especial San Valentín".

Al ser el día de los “enamorados”, el requisito para participar es que, en tu relato, poema, poesía, etc.; esté la palabra “amor”, bien en el título o en la aportación.
Insisto, el requisito mínimo para participar es comentar todas las aportaciones de los compañeros que decidan participar en el mismo y por supuesto dar contestación a los comentarios que os vayan dejando.


Si es la primera vez que te animas a publicar tu jirón en La Revista ponte antes en contacto conmigo en la siguiente dirección de correo electrónico: larevistadetodos@outlook.es


Quien quiera participar, lo puede hacer enviando su aportación antes del 1 de febrero al siguiente correo electrónico: larevistadetodos@outlook.es

En el asunto tendréis que poner: "Colaboración revista"
Cada texto tendrá que ir acompañado de una ilustración.


Si quieres aprovechar el momento para declararte a alguien en secreto, te aseguro, que no aparecerá tu nombre. ¡Anímate!


¡Cuento con vosotros! ¡Gracias!
Eva Mª Maisanava Trobo

martes, 3 de diciembre de 2024

Maldito escritor.


Buenas días, tardes o noches a tod@s;

He rescatado este relato que escribí justo en Abril del 2013 y creo, que vale la pena, hacerlo, para que podáis disfrutar del mismo.

Porque en ocasiones hay personas o “personajes”, que quieren hacer de tu vida, lo que ellos desearían; y eso es complicado cuando se trata de querer cambiar la vida de una mujer que sabe escribir, porque siempre encuentra las palabras justas, para escribir, a tiempo… el guion de su vida, sin necesitar de nadie que lo haga por ella.

Espero que os guste…




Escogido como finalista en el concurso:

I CERTAMEN NACIONAL DE MICRORRELATOS DE A CORUÑA

"Maldito escritor"


Llevo varios años intentando juntar letras para darles un significado que cuando menos te haga pensar, sentir y por qué no soñar.

Pero hoy es cuando estoy pensando en quién está escribiendo mi vida, en ése maldito escritor que está haciendo de su protagonista, un mar de dudas, de idas y venidas, de sonrisas y lágrimas, de un te quiero y un te odio; de sentimientos de lo más variopintos.

Y creo que tengo el derecho como protagonista de la historia a revelarme con ese tipo que desea escribir mi historia, como él desearía que fuese.

Siento decirte, que te arrebaté tu péñola, ésa que usas para hacer de mí una marioneta. Y ahora soy yo la que va a coger una hoja y con la sangre de mis venas, decirte adiós...

Nunca me gustó decir esa palabra, y menos aún escribirla, pero dado que por más que lo digo de una manera suave, no me entiendes, o no quieres entenderme.

Tal vez tenga que ser más dura con mis letras y escribir aquello, que nunca pensé que llegaría a escribir.

 

“El día que puedas verme como a una amiga

y sólo ese día, volveré a tu vida,

en lo que exista un atisbo de pasión en tu mirada,

no lo dudes, me mantendré alejada”.

 

Tú escribiste una historia a tu manera, sin tener en cuenta que los protagonistas en ocasiones cobran vida y se rebelan a su autor.

Yo ni soy tu obra, ni quiero ser la protagonista de tu novela. En todo caso, tal vez, seas tú quien me sirva de inspiración; para escribir esa novela llena de amistad, respeto y pasión; ingredientes que te faltaron en tu intento de "querer" ser un escritor.

 

 

Eva Mª Maisanava Trobo

30 de Abril del 2013


 
 
 





sábado, 30 de noviembre de 2024

De nuevo, gracias, muchas gracias.


La verdad es no encuentro las palabras para expresaros lo feliz que me encuentro y es que el mes pasado el blog tuvo solamente 620 visitas y este mes 1609. Estamos hablando de un aumento de 989 visitas.


—¡No sé qué decir!—


A la par que me llena de felicidad, me da mucho miedo porque sabéis de sobra, que escribir, no es fácil, que come mucho tiempo de tu vida privada y que casi todo lo que he subido a excepción de algún comunicado, todo, estaba escrito en el año 2019.


No prometo nada, pero… aunque sea un relato, poema, pensamiento, etc. Intentaré subir cada semana, solamente por no perderos. En serio, me hacéis muy feliz.


Os voy a dejar las estadísticas de este mes donde podéis ver la visitas, las entradas más leídas de este mes, como entráis al blog, todos los países que leéis el blog, y los seguidores online que estuvieron el 22 de noviembre.


Me repito, gracias, muchas gracias.


Aunque más me gustaría leer algún comentario vuestro, eso, todavía me haría más feliz si cabe.



Seguidores online el pasado 22 de Noviembre



Visitas recibidas a 30 de Noviembre



Cómo entráis al blog



Todos los países que seguís el blog


Entradas más leídas durante este mes de Noviembre




                                                                                                
                                                                                                 



viernes, 29 de noviembre de 2024

No me leas, siénteme. Capítulo IV. No tienes corazón y por eso, me voy...



Estaba en mi habitación completamente absorta leyendo el diario de Dulcinea, me fascinaba su manera tan clara de escribir, pero lo que más me asombraba era la vida que había llevado.

Por lo que había leído hasta ahora a pesar de haber crecido en un ambiente aristocrático, ella era ante todo una escritora que de no haber sido porque el marquesado era un título vitalicio, nunca me la hubiese imaginado en esas fiestas de alto copete a las que ella tanto alude en su diario.

Cuando comencé a leer el diario, su nacimiento me impactó y más con la frialdad en la que su padre el marqués de Sagasta se había comportado. Nunca me había imaginado que en un ambiente que desde fuera se ve tan glamuroso y rebosante de dicha, estuviese lleno de tristeza, de desengaño y sobre todo… de soledad. Tanta gente alrededor de ellos, pero pocos sinceros y leales.

Me entristecía su vida a la par que me fascinaba. Dulcinea era contra todo pronóstico una niña que a pesar de haberlo tenido materialmente todo, había sido desdichada en su infancia… Sólo algunas tardes de ocio en la boca del asno —cerca de La Granja de San Ildefonso, donde tanto tiempo pasó en su niñez—, tomando esos emparedados que tan amorosamente le preparaban y siempre con la compañía de su adorada Aurora, su institutriz. A excepción de esos instantes y cuando se refugiaba en su diario, no podía decirse que su niñez había sido completamente dichosa. 

El papel de su madre me sorprendía, aunque también era de admirar, pero estaba más pendiente de ser una buena marquesa consorte, que de ser madre —algo que de momento por lo que llevo leído en el diario—, tanto echaba en falta Dulcinea.

En resumidas cuentas, su infancia, su adolescencia —complicada cuando menos—, y de la que sale teniendo que enfrentarse a una maternidad muy temprana —cuando apenas días atrás estaba jugando con sus propias muñecas— y por si todo lo anteriormente mencionado fuese poco, a tan solo unos días de alcanzar la mayoría de edad se ve obligada a asumir las riendas del marquesado para lo que la habían preparado desde muy niña.

Todo lo que había leído hasta ahora sobre ella me fascinaba, su valor, su coraje, su lucha por ser ella misma en una época y en una sociedad en la que ser uno mismo era prácticamente imposible.


Llevaba mucho tiempo casada, sin ser feliz, con un trabajo en el que no me sentía realizada, me había convertido en una mujer sin ilusión y el haber leído apenas unas hojas del diario que seguramente a Dulcinea le habían llevado tiempo escribirlas, había sido más que suficiente para darme cuenta de que era lo que necesitaba para tomar una decisión y cambiar radicalmente mi vida.


Tan solo en unas cuantas páginas Dulcinea había escrito como fue su nacimiento, como vivió su adolescencia y como se enfrentó a la maternidad.

Quizás tenía la sensación de que todo pasaba muy rápido, pero también es cierto que yo que escribo en un diario, haces un resumen de lo más importante. —¡Qué no hubiera dado yo por conocerla!—. 

Con menos de dieciocho años había vivido más que yo. Me parecía que transcurría el tiempo muy rápido leyendo su vida y la imaginaba a escondidas escribiendo, como ahora me encontraba yo leyendo su diario, encerrada en mi habitación, donde era libre, donde podía ser yo.

Aunque era injusto decir que envidiaba su vida, porque era más que obvio que había sufrido más que yo, en cierta manera envidiada la valentía que tenía para tomar las decisiones.


Seguía absorta en la lectura de su diario y no me había percatado de que mi marido estaba llamando a la puerta.


—Ena, ¿vamos a salir a cenar o vas a seguir embobada leyendo ese estúpido diario?—. Dijo, en un tono chulesco, altivo y grotesco.

—Desde luego Antonio… que tus modales brillan por su ausencia. Lo que hace vestir de Armani y actuar de cara a la sociedad como actúas. No sé cómo puedes ser tan falso y caer tan bien, siendo tan nimio y cretino como eres. ¿Cómo puedes decir algo así? ¿Acaso lo has leído? Tal vez si leyeras algo más interesante que los periódicos deportivos podrías tener algún día alguna conversación interesante conmigo. Pero… ¡Claro! Tú cerebro tiene solo dos neuronas: una que piensa en tu adorado Jaguar y la otra en ti mismo, y encima en ocasiones entran en conflicto. —¡Qué lástima!— De verdad que no sé cómo puedo haber estado ciega durante todos estos años de matrimonio y no haberme dado cuenta  de que tu existencia es tan estéril como lo es tu cerebro—.

—¿Me estás queriendo dejar? ¿No te das cuenta de que sin mí no vas a llegar a ninguna parte?—.

—No sé si llegaré a ninguna parte o a todas, no tengo tan claro lo que quiero, cómo si lo que no quiero, y lo que no quiero es seguir sintiéndome muerta en vida. —¿Alguna vez me has amado?— Déjame que lo ponga en duda, Antonio. Te casaste conmigo porque viste en mí a esa niña maleable e inocente que bebía los vientos por ti y que creía a pies juntillas todo lo que tú decías.

Pero nada, absolutamente nada… queda de esa niña que tú conociste.

Llevo muchos años callando, años sintiéndome como un cero a la izquierda y ya no puedo más. Prefiero tener que comer huevos fritos a diario, asistir en casas… que tener todo lo que tengo a tu lado y que no haces más que tirarme en cara.

¿Sabes?, aunque tal vez sea tarde, gracias a este estúpido diario como tú dices, me he dado cuenta de que no tienes corazón y por eso, me voy…






Comunicado "No me leas, siénteme".


Buenos días, tardes o noches a todos; porque como ya sabéis no se muy bien a qué hora os conectáis.

A todos los que habéis leído parte de mi nueva novela “No me leas, siénteme”, tengo que deciros que el capítulo que vais a leer a continuación y cuyo título es: —No tienes corazón y por eso, me voy…—, va al final del todo.

Espero que, ahora, que tenéis todos los capítulos hasta ahora escritos, disfrutéis, leyéndolos de nuevo en el orden que llevan. Así comprenderéis mejor la historia.

Como ya escribí en un post hace no mucho. Escribir esta nueva novela, me está costando mucho, sé que podré hacerlo, pero necesito tiempo.


Los escritores no estamos todo el día delante del ordenador, tenemos vida privada y aunque en ocasiones, la necesidad de escribir es mayor que ir al cine, también el distraernos, tomar un café con amigos, cenar, pasear e incluso ir a una consulta médica, es en el mayor de las casos una necesidad y una fuente de inspiración.


Vivimos en un país en el que por desgracia la gente tiene la manía de hablar muy alto y los que somos observadores y tenemos la antena siempre puesta, nos sirve para más de lo que os imagináis.


Espero que el capítulo que vais a leer os guste.


Nunca dejéis de tener en cuenta que —Los cambios, siempre son complicados. Pero muy bonitos cuando se consiguen—.


No olvidéis que el especial de La Revista de Todos será, el próximo día 22 de Diciembre. Mis compañeros y yo, estaremos, encantados de que nos leáis.



Un saludo, Eva.




martes, 26 de noviembre de 2024

Operación... "Bolita de Navidad"


Hoy podría ser un día cualquiera, pero no lo es. Porque principalmente te levantas con la firme idea de saber que en ti está todo lo que necesitas para ser feliz.

Te miras al espejo y te das cuenta de que aún… tienes tu público y eso hace que te sientas más bonita que nunca.

Te pones un conjunto de lencería diferente, sales a la calle, desayunas, te hacen la manicura, pasas por la floristería y te dices a ti misma

—¡Sí, me las merezco!—, porque no necesitas de nadie que te las regale, porque mejor que tú nadie te conoce, porque solamente tú sabes que sientes y deseas hoy…


Sigo caminando por la calle, hace frío, noto que mis pezones se endurecen, las bolitas chinas están haciendo muy bien su trabajo y hacen que esté más excitada de lo que normalmente suelo estar cuando, días como hoy, estoy ovulando.

Voy al ambulatorio, porque necesito que incorporen en la receta electrónica, un medicamento que me han recetado hace no mucho. 

Al salir ya es tarde y me doy cuenta de que empiezo a tener hambre y hasta aquí todo parece básicamente algo normal.


El problema es cuando entro en la cafetería y observo que está adornado con motivos de Navidad. Y para vosotros será algo normal, pero para mí no… y en unas cuantas líneas entenderéis el por qué.


Me siento, viene la camarera, pido la comida, me la traen y el pulso cada vez se me acelera más. 

Y estaréis pensando… 

—¿Por una simple hamburguesa de pollo con aritos de cebolla?— 

¡No!, nada que ver con eso. 




Si, lo confieso, soy cleptómana de bolitas de Navidad desde que una compañera mía del instituto y yo con la tontería de decirnos la una a la otra. 
—¿A qué no te atreves?—

Y no sólo me atreví ese día, sino que ya lo tengo como una tradición el robar/sustraer o como diría mi amigo —cambiar de lugar—, una bolita de Navidad.


Me traen la comida, disfruto de ella; pero las putas bolitas y el Papá Noel con esa carita de bonachón me están llamando, me están incitando a hacerlo.

Se me acelera el corazón, sé que no es el momento, hay gente, me verían.

Pero a cada instante… comprendo más a los esquizofrénicos, cuando esas voces de su interior les incitan a hacer ciertos actos.

Yo no tengo esa enfermedad, pero ahora, más que nunca, empatizo con ellos, porque esas “malditas voces”, me están gritando: —Hazlo, hazlo, roba la bolita. Llevas años haciéndolo y sabes que te da suerte—. 

Pero hay cámaras, y podría ser grabada lo que hace todavía que las ganas de hacerlo sean más fuertes.

Me relajo, empiezo a otear mi propio Instagram y me doy cuenta de que en el año 2021, aparece la foto de una bolita que robé un día en el que un amigo me invitó a cenar y éste conocedor de mis “tradiciones” se convierte en unos instantes en mi cómplice. 


—Si queréis ser mis amig@s tenéis que saber que tendréis que pasar tarde o temprano por esta prueba para ganaros mi confianza—


Sigo mirando las fotos y en el 2022 en la sala que había frente al control de enfermería en el hospital de Quirón de la planta donde me ingresaron, había un precioso arbolito de Navidad con esas malditas bolitas que cada año hacen que del 1 al 23 de diciembre me vea obligaba a cumplir con mí tradición. 

Hay cámaras, pero no me importa, necesito hacerlo y lo hago.





Sigo observando las fotos y en el 2023 aparece la foto de una bolita que robé un día en el que aprovechando que tenía que llevar unos documentos de mi padre al Hospital Puerta de Hierro, de nuevo, y como es normal en estas fechas otro arbolito de Navidad aparece delante de mis narices.

Intento respirar, el corazón me late rapidísimo, siento que me estoy ahogando. Aunque casi me alegro de tener esa opresión en el pecho, porque en ese instante pasa un doctor que sería el candidato perfecto para que me realizase una Rcp.

—¡Maldito juramento hipocrático de mierda y maldita ética profesional!—

Y es que no lo puedo evitar, las batas blancas me aceleran. Ahora alguno entenderá el por qué siempre estoy acelerada cada vez que voy a su consulta, y no es por él, sino por la "jodia" batita blanca que... eso... 

A todo esto, el doctor pasa de largo, por suerte para él, porque accidentalmente me hubiese caído al suelo, solo para sentir el roce de sus manos en mi piel.

Y es en ese instante cuando lamento no haberlo hecho, porque en esta ocasión debido a ese querido y odiado juramento, tendría la obligación de socorrerme. 

Pasa una enfermera, luego otra, la señora de la limpieza y el jodido arbolito de Navidad sigue discriminadamente llamando mi atención. 

Respiro, no hay nadie, hago una foto, siempre tengo que tener la prueba para subirlo a posterior en las redes, y por fin consigo robar la dichosa bolita de Navidad. 


Este año he decido que sea en una clínica donde logre, un año más, hacer mi "tradición" realidad.


Y sólo tengo tres oportunidades el 2, el 20 y el 23 de diciembre para poderlo conseguir, que aunque realmente no tengo que ir al médico, he pedido cita, para así tener esa oportunidad, de llevar a cabo la "Operación... Bolita de Navidad".


Al salir de la cafetería donde he comido, mis pasos, me dirigen una vez más a la biblioteca.

Tengo la imperiosa necesidad de leer algo distinto, fuera de lo que normalmente suelo leer.


¡Me encanta el olor que hay en las bibliotecas!

Y de repente, cuando paso por la sección de “Autores locales” me doy cuenta de que mis dos retoños siguen en las estanterías para que la gente disfruten de esas dos historias que marcan un antes y un después en tu vida.


Como espero que haya marcado este relato tu vida.


Espero que os hayáis divertido leyéndolo como yo… ¿escribiéndolo o siendo protagonista del mismo?


Sea como fuere, ser felices y no olvidéis que el próximo viernes será el último capítulo de la vida de Giselle que podréis leer y escuchar a la vez.


Feliz día…



Eva Mª Maisanava Trobo 26/11/2024 20:06

WhatsApp