Perdida en mis recuerdos,
llena de vida, de amor y de sentimientos.
Me doy cuenta que hoy estoy escribiendo,
como antes nunca lo había hecho,
con el corazón lleno de fuego.
Hace ya unos meses,
sentía que navegaba a la derivada,
perdida, desorientada y sin ganas.
En San Valentín, día del amor;
mi corazón se teñía de recuerdos,
de miedos, de fantasmas y sobre todo, de dolor.
Hoy acercándose el día de Sant Jordi,
de nuevo, mi corazón, vuelve a latir
con ímpetu y con ganas de vivir.
El amor apareció de nuevo en mi vida,
poco a poco y sin prisas...
Ahora está germinando en mi interior,
llenándome de nuevo de sensaciones,
que estaban soterradas en un corazón
con miedo a creer en el amor.
Como escritora soy feliz,
el día de Sant Jordi por fin llegó.
Y como mujer, ¡ay!, como mujer...
Vivo cada día enamorada,
como no lo estuve
aquél día, en San Valentín.