jueves, 28 de agosto de 2025

Un marcapáginas para sostener la memoria

 

 

Ya tengo en mis manos los marcapáginas definitivos de El diario de Ena. La paciente que escribía.

Podría parecer un simple trozo de cartulina, pero para mí es mucho más: es el puente entre la historia escrita y la persona que la recibe.


Cada detalle tiene un porqué. En el anverso, la frase que me define: “Me aferré al pasado para encarar el presente”. Y más abajo, otra confesión: “Si bien mi belleza pudo ser una maldición, del mismo modo fue: mi ambición, un castigo”. Palabras que resumen la esencia de la obra: una mujer enfrentada a sus luces y sombras, a su dignidad y sus heridas, a su fuerza y a sus límites. 


En el reverso, la portada del libro: Ena, de espaldas, caminando por un pasillo que no solo es médico, sino vital. El camino de cualquiera que se enfrenta a sus propios silencios. El marcapáginas invita a seguirla, a entrar con ella en la historia.

Incluí también un código QR que lleva directamente a mis redes sociales, porque este proyecto no termina en el papel. La literatura se completa cuando alguien del otro lado lee, comenta, pregunta, se reconoce. Ese diálogo me sostiene, y este marcapáginas quiero recordarlo: “¡Gracias por sostenerme!”

Hoy siento que este pequeño objeto es un símbolo. Así como un lector sostiene con él el lugar en el que ha dejado su lectura, también yo he encontrado sostén en quienes han caminado conmigo durante la escritura y ahora lo hacen en la publicación.

Los marcapáginas acompañarán los ejemplares de El diario de Ena. La paciente que escribía, ya disponible en Amazon. Espero que, cuando lleguen a vuestras manos, no sean solo un señalador de páginas, sino un recordatorio de que cada lectura es un acto de encuentro.

 

Ena 28/08/2025 13:44



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