Introducción:
A
veces no hace falta destacar para dejar huella. Este texto habla de eso. De
caminar por la vida sin buscar atención, pero siendo auténtica. Y de cómo, a
veces, eso basta.
Ella
no lo sabía. Caminaba por el mundo creyéndose pequeña, casi invisible. No tenía
grandes títulos que exhibir, ni méritos oficiales que la empujaran a ser en ocasiones
el centro de los focos, ni de la atención de ciertas personas.
Sin
embargo, allí donde iba, dejaba una huella difícil de borrar. No era su físico
—aunque su belleza serena atrapaba miradas—, ni tampoco su inteligencia rápida
y luminosa. Era otra cosa. Algo que no podía aprenderse en las universidades ni
comprarse en ningún escaparate.
Era
su autenticidad, esa rara virtud de ser de verdad en un mundo lleno de
máscaras.
Los
hombres, incluso los más formados, los más seguros, se sentían desarmados ante
ella. Algunos deseaban su cercanía sin comprender por qué.
Otros
la admiraban en silencio, atrapados por una sensibilidad que pocas veces habían
encontrado. Nadie salía ileso. Pero ella no pedía atención. No exigía
reconocimiento. Solo caminaba dejando luz, a veces sin ni siquiera saberlo.
Su
mayor título era ser escritora y
por encima de todo: ella misma.
Ena 29/04/2025 15:50
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Muchas gracias por dejar tu comentario. Para mí es muy importante.