Introducción:
Hay
poemas que nacen del corazón y se escriben ellos solos. Éste no está escrito
desde la prepotencia, y aún menos desde la vanidad, sino desde la experiencia
de años, de ver cómo muchos se acercan, pero pocos se atreven a quedarse.
De
comprender que no soy difícil: simplemente no soy para cualquiera.
Este
poema está dedicado a los que lo intentaron, a los que no se atrevieron, y,
sobre todo, a aquel que decida intentarlo sin miedo a quedarse anclado en mi
corazón.
No
soy fácil.
No para quien viene buscando algo superficial y vacío.
Leo demasiado, pienso demasiado, siento demasiado.
No miento, y mucho menos disimulo.
Me
acerco a la vida como a los libros: de verdad, sin miedo a hundirme.
Y no todos los que pretenden llegar saben nadar, ni entenderme.
Algunos
intentaron hacer el trayecto a nado,
pero a mitad de camino, se ahogaron.
Otros se asomaron a mis aguas,
pero al ver el fondo… se fueron.
No porque yo fuera demasiado,
sino porque ellos no sabían nadar a mi ritmo,
y
muchos menos conmigo, ni a mi lado.
No
soy de quien solo quiere rozarme.
Soy de quien se atreve a entrar en mi vida y no marcharse,
aun
sabiendo que puede no salir bien.
No
soy una damisela que necesite un caballero.
Solo busco a alguien que no tenga miedo a perderse un poco,
si eso significa encontrar algo
que, con el correr del tiempo,
permanezca
en su pensamiento.
Porque
lo sé: quien me hace suya, jamás me olvida.
Ena
29/04/2025 17:00
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Muchas gracias por dejar tu comentario. Para mí es muy importante.