Hace
unos meses escribía desde el vacío. Ahora lo hago con el corazón encendido.
Este poema nace de ese cambio, de cómo pasé de un San Valentín gris a un Sant
Jordi lleno de luz. A veces el amor no llega de golpe, sino que lo hace poco
a poco… igual que las ganas de vivir.
“Lo
que no sentí en San Valentín, lo siento ahora por Sant Jordi”
Perdida
en mis recuerdos,
llena de vida, de amor y de sentimientos,
me doy cuenta de que hoy escribo
como nunca lo había hecho:
con el corazón lleno de fuego.
Hace
ya unos meses
sentía que navegaba a la deriva,
como una hoja que flota en el agua,
sola y completamente vacía.
En
San Valentín, día del amor,
mi corazón se teñía de recuerdos,
de miedos, de fantasmas
y, sobre todo, de dolor.
Hoy,
al acercarse el día de Sant Jordi,
mi corazón vuelve a latir,
con ímpetu y con ganas de vivir.
El
amor ha regresado a mi vida,
poco a poco, sin prisas…
Germina en mi interior,
llenándome de sensaciones nuevas,
que estaban soterradas
en un corazón con miedo a creer en el amor.
Como
escritora, soy feliz:
el día de Sant Jordi, por fin, llegó.
Y como mujer… ¡ay, como mujer!
Vivo cada día enamorada,
como no lo estuve
aquel día de San Valentín.
Ena
22/03/2025 – 00:25
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