Todo comienzo en una… ¿Profesión?, —si me permitís llamarlo así— como lo es escribir. Comienza enfrentándote a muchos concursos literarios, que en algunos ni te dan señales de vida, otros, te dicen que no estas a la altura… Pero no por ello dejas de hacer lo que amas. Y sigues, y sigues…
Quizás el haber estudiado ballet clásico, hace, que tenga esa capacidad de levantarme y resurgir de las cenizas como el Ave Fénix.
Porque bailar es lo más parecido a vivir, por mucho que ensayes una coreografía, siempre hay cosas que no dependen de ti.
Pero el hacer danza, no solo es que te ayude físicamente, que es lo de menos, porque a la larga mis rodillas lo saben; pero si te sirve para ser disciplinada, metódica, luchadora, etc. Porque para bailar como para hacer cualquier disciplina artística debes tener corazón, coraje y sangre.
Y de repente llega un día, en que después de llorar y llorar, y encajar muchos “noes”, te llega un “sí” y encima con diploma y esto hace que te des cuenta de que no es una locura escribir, locura, sería no hacer lo que más amo.
Por fin tengo un motivo más por el que seguir luchando, en "mi locura de escribir", este poema que en su día quedó finalista en el concurso "Versos al aire" de Diversidad literaria.
–¡No sabéis lo feliz que me sentí ese día!—.
Espero que el poema os guste, aunque ya sabéis que yo soy más de prosa.
Ha llegado el momento de escribir
lo
que a tu lado me da miedo vivir.
Quiero
bañarme en el mar de tu experiencia
desfallecer
y, no obstante, encontrar la conciencia.
Quiero
que me moldees como un escultor
y
en mi vientre, de nuevo barro, conservar tu calor.
Sentir
tus manos sobre mis senos
perfilar
nuestros cuerpos con besos,
abrirme
al placer del exceso
y
temblar entre tus brazos abiertos.
Sentir
que somos un sólo ser
y
entregarnos hasta el amanecer.
Bañarme
en tus olas
y
experimentar a tu lado
lo
que jamás hubiese imaginado.
Eva María
Maisanava Trobo
(17/Abril/2012)
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