jueves, 30 de enero de 2025

Y SÍ… AHORA ESTOY GRITANDO

 

Hola a tod@s,

Llevo más de doce años con este blog y nunca pensé que habría “alguien” a quien le podría molestar un escrito mío. Soy escritora, nunca doy nombres ni apellidos. Cada escrito, antes de subirlo al blog, lo revisa mi abogado, precisamente para evitar posibles “denuncias”.

Invito a todo aquel o aquella que se sienta “aludido/a” a ponerse en contacto conmigo en la siguiente dirección de correo electrónico: [larevistadetodos@outlook.es] y estaré encantada de daros un número de contacto para dialogar y dar las explicaciones que tenga que dar, si es que hay que darlas; porque, repito, soy escritora.

Nunca, jamás, he faltado el respeto a nadie; como tampoco le pido a nadie que me lea. Por consiguiente, si alguien decide leerme voluntariamente, también puede dejar de hacerlo, pero bajo ningún concepto admitiré “la censura”.

Siempre he tratado con “mucho cariño” a todos mis seguidores, pero es eso, “cariño”. Porque mi objetivo es “seduciros con mis letras”, que no “seduciros con mis palabras”. Es un pequeño “matiz” que no hace falta ser muy listo/a para saber que me dirijo al seguidor o seguidora, pero nunca a la persona.

Al igual que en algún momento dado he podido decir: —Es que sin ti o vosotros, me muero—. ¡Cierto! Pero se lo digo al lector, nunca a la persona.

Me manejo, desde siempre, genial en las redes y, de hecho, durante un tiempo trabajé como Community Manager. No necesito “mendigar” seguidores, porque cada escrito que publico lo subo a Twitter, LinkedIn, Instagram y Facebook, en los cuales tengo suficientes seguidores. Es decir, un escrito mío cruza el charco, visto y no visto.

Por eso muchos escritores o autónomos confían en mi trabajo para “hacerles brillar” un poco más de lo que ya lo hacen. Porque muchas personas no saben darse a conocer en las redes y hoy, en día, es necesario.

Hace no mucho, justo el 2 de diciembre, fui a ver a un amigo a su trabajo y, mientras escribía un informe usando casi siempre las mayúsculas, le dije:

—Pero… ¿por qué gritas? Escribir en mayúsculas es gritar—.

Y él sabiamente me dijo: —Ya, pero yo escribo para mi “gente”—.

Razón no le faltaba. Yo escribo para un público al que me enfrento con cada escrito, a sabiendas de que lo escrito puede gustar o no; y hasta en ocasiones a un juicio gratuito, sin tan siquiera conocerme.

Como escritora, hago lo imposible para subir contenido al blog y entreteneros. Lo que no veis es que, en ocasiones, la escritora se muere de dolor tecleando al estar sentada mucho tiempo, pero no la importa, porque si vosotros sois felices, ella lo es.

Lo que no apreciáis ahora es que estoy llorando, porque una vez más me acusan de no sé qué, sin haber hecho nada.

Ser escritora no es fácil. Pero si yo respeto a los seguidores, pido cuando menos lo propio.

Pero aun con todo…

—NO ADMITIRÉ CENSURA, Y SÍ… AHORA ESTOY GRITANDO—.











Ena


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