Hola
a tod@s,
Llevo
más de doce años con este blog y nunca pensé que habría “alguien” a quien le
podría molestar un escrito mío. Soy escritora, nunca doy nombres ni apellidos.
Cada escrito, antes de subirlo al blog, lo revisa mi abogado, precisamente para
evitar posibles “denuncias”.
Invito
a todo aquel o aquella que se sienta “aludido/a” a ponerse en contacto conmigo
en la siguiente dirección de correo electrónico: [larevistadetodos@outlook.es]
y estaré encantada de daros un número de contacto para dialogar y dar las
explicaciones que tenga que dar, si es que hay que darlas; porque, repito, soy
escritora.
Nunca,
jamás, he faltado el respeto a nadie; como tampoco le pido a nadie que me lea.
Por consiguiente, si alguien decide leerme voluntariamente, también puede dejar
de hacerlo, pero bajo ningún concepto admitiré “la censura”.
Siempre
he tratado con “mucho cariño” a todos mis seguidores, pero es eso, “cariño”.
Porque mi objetivo es “seduciros con mis letras”, que no “seduciros con mis
palabras”. Es un pequeño “matiz” que no hace falta ser muy listo/a para saber
que me dirijo al seguidor o seguidora, pero nunca a la persona.
Al
igual que en algún momento dado he podido decir: —Es que sin ti o vosotros, me
muero—. ¡Cierto! Pero se lo digo al lector, nunca a la persona.
Me
manejo, desde siempre, genial en las redes y, de hecho, durante un tiempo
trabajé como Community Manager. No necesito “mendigar” seguidores, porque cada
escrito que publico lo subo a Twitter, LinkedIn, Instagram y Facebook, en los
cuales tengo suficientes seguidores. Es decir, un escrito mío cruza el charco,
visto y no visto.
Por
eso muchos escritores o autónomos confían en mi trabajo para “hacerles brillar”
un poco más de lo que ya lo hacen. Porque muchas personas no saben darse a
conocer en las redes y hoy, en día, es necesario.
Hace
no mucho, justo el 2 de diciembre, fui a ver a un amigo a su trabajo y,
mientras escribía un informe usando casi siempre las mayúsculas, le dije:
—Pero…
¿por qué gritas? Escribir en mayúsculas es gritar—.
Y
él sabiamente me dijo: —Ya, pero yo escribo para mi “gente”—.
Razón
no le faltaba. Yo escribo para un público al que me enfrento con cada escrito,
a sabiendas de que lo escrito puede gustar o no; y hasta en ocasiones a un juicio
gratuito, sin tan siquiera conocerme.
Como
escritora, hago lo imposible para subir contenido al blog y entreteneros. Lo
que no veis es que, en ocasiones, la escritora se muere de dolor tecleando al
estar sentada mucho tiempo, pero no la importa, porque si vosotros sois
felices, ella lo es.
Lo
que no apreciáis ahora es que estoy llorando, porque una vez más me acusan de
no sé qué, sin haber hecho nada.
Ser
escritora no es fácil. Pero si yo respeto a los seguidores, pido cuando menos
lo propio.
Pero
aun con todo…
—NO
ADMITIRÉ CENSURA, Y SÍ… AHORA ESTOY GRITANDO—.
Ena
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