martes, 22 de abril de 2025

Gemelas vitelinas.

 


—¿Qué sería sin ti?—. Es lo que has puesto hoy en la foto que has compartido, y aunque salgo horrible en ella, no me importa. Porque estoy a tu lado. Y sobre todo, porque es una señal de que, poco a poco, estás mejorando. 


Ya sabemos que el camino, como la vida, no es fácil. Pero incluso con todas las dificultades, es mejor tener la oportunidad de seguir viviéndola.

—¿No te lo quieres ni imaginar lo que sería vivir sin mi presencia en la tuya?— Pues yo tampoco. La noche del 14 no dormí, estuve llorando, hecha polvo. Como tantos otros días anteriores, sabiendo cómo estabas… La vida sin nuestras risas sin sentido, sin compartir nuestros secretos, para mí no tendría razón de ser. Créeme cuando te digo que me resultaría muy difícil asumir mi vida sin tu presencia en ella.

Somos lo más parecido a "gemelas vitelinas", separadas al nacer, pero que un buen día Facebook nos permitió reencontrarnos. Y aunque nos conocemos desde hace doce años, solo nos hemos visto tres veces… pero tres veces auténticas. Y luego están todas las conversaciones, los audios de WhatsApp, que durante años nos han sostenido en el tiempo.

Ten por seguro que, como buena Tauro, embisto. Soy auténtica, sincera y valiente —cosas que muchos no son ni han sido—. Siempre seré leal a lo que siento y, por ende, a mis principios. La hipocresía es un disfraz que me niego a llevar. No va conmigo. Ya sabes que me gusta sostener la mirada. Y eso solo lo puede hacer quien es claro, sincero y transparente. Porque quien no lo es, silencia la verdad y no la mira de frente.

—¿Gracias por ser tú, Tata?, me dices—. Gracias a ti por permitirme ser tu Tata. Y gracias a tu marido, por hacer de chófer y aguantarnos, que cuando tú y yo nos juntamos, tenemos más peligro que una granada de mano.

No he podido evitar contestar a ese post que has publicado y que tan feliz me ha hecho. Nos queda un camino complicado por recorrer. Tú, con tu recuperación. Yo, con mi posible operación. Pero si hay algo que va a hacer que nos esforcemos más por sanar, sin duda será para reencontrarnos de nuevo.

Para abrazarnos —porque ambas lo necesitamos—. Y para hacer todo lo que nos quedó pendiente la última vez que estuve: bañarnos desnudas, tomarnos un mojito y, si es Navidad, “cambiar de lugar una bolita de un árbol de Navidad”.

 

Te quiere, tu Tata

22/04/2025 – 20:30

Sencillamente Ena

 

No era doctora. Ni periodista. Ni catedrática. No tenía másters, ni diplomas colgados en la pared. Su título era otro: escritora. Y con solo eso, parecía bastar para descolocar a los que llevaban años viviendo entre currículums brillantes y discursos de manual. Ena no lo buscaba, simplemente ocurría. Iban llegando, uno tras otro, como atraídos por algo que no sabían nombrar. Médicos, cirujanos, periodistas, abogados, economistas, ingenieros. Gente con carreras largas, con cargos, con reputación. Gente que, en teoría, no tendrían por qué fijarse en una mujer sin el perfil académico de ellos. Y, sin embargo, ahí estaban. 


Y ella, al principio, dudaba. —¿Qué tengo yo que ver con ellos? ¿Por qué me siguen, me leen, me miran así?—

Hasta que entendió algo: la formación puede impresionar, pero no enamora. La inteligencia emocional, sí. La mirada limpia, también. La palabra bien dicha, esa que atraviesa sin alzar la voz, es lo que más seduce y engancha.

Ena no sabía de anatomía ni de leyes. No entendía de macroeconomía ni de estructuras. Pero sabía, como pocos, detectar el dolor ajeno. No el físico, sino ese que habita en el alma. Y escribiendo, lograba que ellos se sintieran reconocidos. Su literatura era tan devastadora como sanadora: removía hasta los cimientos, pero también curaba donde nadie más llegaba...

No hablaba con tecnicismos, pero escribía frases que hacían que los que sí lo hacían se quedaran callados. Porque, de alguna manera, ella los entendía mejor de lo que ellos se entendían a sí mismos.

Y entonces dejó de preguntarse por qué. Y empezó a aceptar lo que era: una mujer sin títulos colgados, pero con un lenguaje propio. Uno que no necesitaba validación, porque ya había aprendido a hablar al mundo sin pedir permiso y a escribir para esos que se sentían prisioneros de su carrera y de sí mismos.

 

Ena 22/04/2025 16:05

“Lo que no sentí en San Valentín, lo siento ahora por Sant Jordi”

 

Hace unos meses escribía desde el vacío. Ahora lo hago con el corazón encendido. Este poema nace de ese cambio, de cómo pasé de un San Valentín gris a un Sant Jordi lleno de luz. A veces el amor no llega de golpe, sino que lo hace poco a poco… igual que las ganas de vivir.

 

“Lo que no sentí en San Valentín, lo siento ahora por Sant Jordi”


 

Perdida en mis recuerdos,
llena de vida, de amor y de sentimientos,
me doy cuenta de que hoy escribo
como nunca lo había hecho:
con el corazón lleno de fuego.

Hace ya unos meses
sentía que navegaba a la deriva,
como una hoja que flota en el agua,
sola y completamente vacía.

En San Valentín, día del amor,
mi corazón se teñía de recuerdos,
de miedos, de fantasmas
y, sobre todo, de dolor.

Hoy, al acercarse el día de Sant Jordi,
mi corazón vuelve a latir,
con ímpetu y con ganas de vivir.

El amor ha regresado a mi vida,
poco a poco, sin prisas…
Germina en mi interior,
llenándome de sensaciones nuevas,
que estaban soterradas
en un corazón con miedo a creer en el amor.

Como escritora, soy feliz:
el día de Sant Jordi, por fin, llegó.
Y como mujer… ¡ay, como mujer!
Vivo cada día enamorada,
como no lo estuve
aquel día de San Valentín.

 

Ena 22/03/2025 – 00:25

lunes, 21 de abril de 2025

La dignidad de no buscar.

 


 

El óvulo no corre,

es centro,

es destino,

es elección.

 

Los que corren

son los espermatozoides.

Los que atraviesan obstáculos,

los que compiten,

los que buscan llegar el primero.

 

Yo no estoy hecha para perseguir.

Estoy hecha para esperar con dignidad.

Para brillar sin ruido.

Para que quien tenga que llegar, llegue:

sin falsedades, ni ambigüedad.

 

Porque en esta danza,

yo soy la que decide

si el paso continúa

o se detiene.

 

 

Ena 21/04/2025 17:30

De niña fuerte a mujer agotada.

 


Soy esa hija que, aun siendo rebelde, apenas dio problemas. Y eso hace que ahora me cueste desconectar, descansar, y hasta pedir ayuda.

Me cuesta cada vez más expresar mis emociones si no es escribiendo, porque desde muy niña aprendí a callar y a ignorar lo que mis ojos veían, aunque fueran imágenes dantescas para una niña.

Soy esa hija que fue demasiado responsable y madura para su edad. Por desgracia, aprendí a estar alerta la mayor parte de mi vida, calmando los miedos de personas adultas.

Y debido a eso, ahora —la mayor parte del tiempo— necesito tenerlo todo bajo control. Con los años he terminado por asumir como normal vivir siempre cansada, preocupada, estresada y en alerta. 


Hoy quiero abrazar a mi niña interior. 

Sin permitir que absolutamente nadie vuelva a hacerle daño. 

Por eso quiero cuidarla, protegerla y pedirle que me perdone, porque lamento mucho todo lo que pasó y todo lo que tuvo que vivir... cuando lo único que debía hacer era jugar, y no —como hizo la mitad de su infancia— llorar.

 


Ena 21/04/2023 15:42

martes, 15 de abril de 2025

La mujer que os desnudó con palabras.

 


Introducción:

Este texto no es una confesión, ni una provocación. Es la constatación de algo que siempre supe. A veces, una mujer no necesita tocar para quedarse en la piel.

Y a veces, hay hombres que lo sienten… aunque nunca lo digan. Porque ellos también tienen memoria. Y aunque callen, yo ya lo sabía. Lo supe desde el primer silencio. Lo confirmé en cada gesto. 

Este texto está escrito para aquellos que se sintieron tocados sin haber sido rozados.

Y que, aún sin cruzar palabra, me oyeron más fuerte que a nadie.


 


Sé que os sentisteis atraídos por mí.
Uno por algunas cosas.
El otro… por otras.
Pero ninguno de los dos tuvo el valor de decirme nada.

Y, sin embargo,
yo lo supe todo
desde el primer momento.

Supe leer vuestros gestos, vuestras pausas,
la forma en que bajabais la voz,
el modo en que alargabais los silencios,
cómo os erguíais cuando entraba en la sala,
y esa torpeza súbita cuando os quedabais solos conmigo.

Sé que algo os removía.

Y lo más curioso de todo,
es que no tuve que deciros nada.
Ni una insinuación.
Ni una propuesta.
Ni una cita.

Fui la que os hizo el amor sin tener que tocaros.
La que os desnudó con tan solo palabras.

Y ese tipo de mujeres,
no se olvidan fácilmente.
Ni aunque se intente.
Ni aunque se finja.
Ni aunque se ame a otra.

Porque yo no estuve en vuestros cuerpos…
estuve en vuestra mente.

Y aunque queráis extirparme:

lo seguiré estando.

 

Ena 15/04/2025 17:15

lunes, 14 de abril de 2025

Mientras respiras y luchas, yo escribo pensando en ti.


Pozuelo de Alarcón 14/04/2025

 

Qué complicado es escribir una carta para quien, de momento, no la puede leer. Pero ya sabes cómo soy, me conoces mejor que nadie, y sabes que cuando algo se me pasa por la cabeza, tengo que plasmarlo con letras. Si no, me ahogo, como te ahogabas tú hace un mes. 

Hoy, hace un mes, estaba pasando el día en Las Navas. No querías molestarme, porque sabías que no lo estaba pasando bien y querías que me distrajera. Y así fue, Tata. Las Navas es el único lugar donde soy plenamente feliz y me olvido de todo. 

Cuando volví, vi en tu estado la foto famosa con la frase: “Vamos a por ello”. No me lo creía. Llevaba tanto tiempo esperando ese momento, que hasta la esperanza en mí se estaba apagando. 

La operación fue compleja, eso ya lo sabíamos. Igual que sabíamos que el primer mes posiblemente sería el más complicado, por si rechazabas esos pulmones que “un ángel” te dio.

Hoy cumples un mes de vida. Una nueva vida, que estoy segura vas a vivir intensamente, como tú y yo solemos hacerlo: como si no hubiese un mañana. 

No sabes la alegría que me ha dado escuchar tu voz, aunque entrecortada y débil, en el audio que me has enviado. Lo acabo de escuchar, justo ahora que acabo de venir de comer con Nora para celebrar mi cumpleaños, aunque ya sabes que no es hasta el 17 de mayo. 

Aún con todo lo que llevas encima, me preguntas cómo estoy y qué quiero para mi cumpleaños. Lo que quiero, ya lo tengo: a ti.

Aunque el camino a recorrer no va a ser fácil, sabes que te ayudaré a recorrerlo, como todas las personas que te queremos. Ten paciencia, y mira que te lo dice alguien que no sabe qué es eso. 

Y en cuanto a cómo estoy… no te voy a decir nada hasta que estés bien. 

Mi vida ha cambiado mucho, muchísimo. Pero los cambios, aunque complicados, a veces son necesarios. 

Estos últimos días me han cambiado. Me han hecho mirar la vida de otra forma. He entendido que no todo debe tener sentido en el momento, que a veces las cosas simplemente pasan, y luego el tiempo te va mostrando por qué. He aprendido que decir adiós a quién de alguna manera “admirabas” también puede ser una forma de reencontrarme a mí misma. Que hay decisiones difíciles que te rompen por dentro, pero te salvan. 

Cuando estés bien, te enseñaré unos textos y poemas que te harán comprenderlo todo. Hice lo que tú me dijiste y, sobre todo, lo que mi corazón y mis principios me pedían que debía hacer. Ha sido doloroso, mucho… pero ya estoy bien. Como siempre hemos dicho: “En peores plazas hemos toreado, y hemos salido airosas”. 

Sé que te preocupas por mí, que insistes en que te cuente. Pero también sé que tú, mejor que nadie, sabrás respetar mis tiempos. Y ahora es tiempo de que luches por esos pulmones que te permiten “respirar”. 

Sé que ahora, por los “aerosoles”, no puedes leer. La vista se te nubla y los ojos te escuecen. Pero cuando puedas hacerlo, tienes mucho que leer en mi blog. Y entonces, sin apenas necesidad de hablar, sabrás qué me pasó y cómo estoy. 

Cuando llegue su “momento”, me cogeré un AVE, reservaré una habitación, y mirándote a los ojos, será entonces cuando te lo cuente todo, aunque ya lo hayas leído. Tú y yo nunca hemos necesitado hablar para entendernos.

 

Te quiere, tu tata, Evita. 17:40

 

P.D. Sigue luchando, como yo lo haré hasta el último día de mi vida, por verte feliz.


Sr. Vargas Llosa, hoy renacerá en su prosa.

 

Introducción

Hoy, 14 de abril de 2025, se ha ido uno de los grandes. Como escritora, como lectora y como mujer que ama las letras, no podía quedarme callada. Este pequeño homenaje nace desde la gratitud, la admiración y la certeza de que los escritores nunca mueren del todo. Porque cada vez que alguien abre un libro, el alma del autor vuelve a respirar. Va por usted, Sr. Vargas Llosa.

 

Sr. Vargas Llosa, hoy renacerá en su prosa.



Dicen que cuando un amigo se va,
algo se muere en el alma.
Así lo decía el gran Alberto Cortez.

Pero cuando uno de los grandes se va,
te queda un vacío en el alma.
Cuando un compañero muere,
te quedas huérfana
y sin un gran referente.

Porque un escritor nunca muere,
al contrario, vive eternamente.
Cada vez que alguien lea un libro,
para él será un respiro.
El escritor sobrevive entre letras,
entre versos, entre estantes.

Solo quienes escribimos lo sabemos:
perece el cuerpo,
pero jamás el alma.
Y mucho menos los sentimientos.

Le diría que descanse en paz, Sr. Vargas Llosa,
pero hoy, renacerá en su prosa.
Porque el ser humano,
por desgracia, es así:
hoy “su prosa” hará más ruido que nunca.

 

In Memoriam

Firmado:

Eva Mª Maisanava Trobo 

Escriba de lo que siento y pienso

14/04/2025 12:30



domingo, 13 de abril de 2025

El beso de una escritora.

 

Introducción:

Dicen que hoy 13 de Abril, es el Día del Beso... Así que he decidido regalarte uno. No con los labios, sino con palabras, solo para ti, y con la intención de que perdure en el tiempo.



Dicen que hoy es el día del beso
y solamente por eso, escribí para ti este verso.

Hay muchas maneras de besar,
como también las hay de acariciar y de amar.

Y he decidido besarte
de la única forma en la que una mujer,
escribiendo, lo puede hacer…

Con un verso lleno de palabras,
cargadas de sentimientos,
únicos, reales
y capaces de echar raíces
en tu corazón y en tu pensamiento.

Porque los besos reales duran solo un instante,
pero el que te acabo de dar
vivirá en el tiempo,
cada vez que leas estos versos:
sinceros, nobles
y llenos de sentimientos.

 

Ena 16:38 13/04/2025

 


WhatsApp